Todos la conocemos. Al margen de que te guste el futbol o no, es imposible no reconocerla a simple vista. Es una marca registrada en el deporte más seguido del mundo. Pero, además, es el anhelo de jugadores, hinchas y naciones enteras. La Copa del Mundo es esto y mucho más pero ¿vos sabías que es un producto 100% italiano? Acompáñanos en esta fabulosa historia.
La grandeza no se mide
Su talla no da la dimensión de su significado ya que, con un altura de 36,8 cm, un diámetro de 13 cm y un peso de más de 6 kg no alcanza para explicar lo que genera en el mundo. Ni siquiera su valor de mercado (130 mil euros, aproximadamente) nos da la idea de su valor real. Países enteros sueñan con ver su selección ganarla, pero pocos son los afortunados. Pero no estamos acá para fantasear con nuestros sueños, hoy les queremos contar porque la Copa del Mundo es tan italiana.
Corría el año 1970, y por tercera vez el invencible Brasil de Pelé lograba adjudicarse el trofeo Jules Rimet en el Campeonato Mundial de México ganando la final contra nuestra querida Italia. Como estipulaba el reglamento, las selecciones que ganaran 3 veces el torneo, se quedarían con la copa homónima. Por lo tanto, la FIFA debía encontrar el reemplazo para los próximos mundiales. Todas las expectativas estaban puestas en el Mundial de Alemania Oeste de 1974.
Para la ocasión, la FIFA abre un concurso para decidir como sería el nuevo trofeo para los campeones del mundo de futbol. Luego de analizar 53 obras distintas, con participantes de todas partes del globo, se decidieron por la escultura del milanés Silvio Gazzaniga. Como él mismo la describe, la idea de la copa era representar la felicidad y la grandeza del atleta en el momento de la victoria: dos atletas estilizados, que sostienen al mundo entero.
Desde entonces, la empresa Gde Licensee Bertoni di Paderno Dugnano (Milano) se encarga de la manutención de la copa original, de hacer las medallas entregadas a los ganadores y de la fabricación de las imitaciones (completamente idéntica) que quedan en manos de cada federación que gane el Campeonato. Si, por que la original queda en manos de la FIFA.
Ahora ya sabes que, cuando los ganadores del Mundial de Futbol levantan la copa al cielo, están demostrando que los productos italianos son sinónimo de excelencia, de calidad y de clase mundial. Esperemos que la Copa del Mundo vuelva a casa lo antes posible, pero por el momento nos conformamos con saber que Italia estará siempre presente, aunque sea, simbólicamente.
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