Nada más que agregar. Si te gustan las vistas increíbles, la naturaleza y un poco de historia, quédate a leer sobre el increíble Santuario de Montecastello a Tignale, una estructura situada al borde de un precipicio sobre el Lago de Garda. Tengan cuidado, la sugestión que puede generar esta vista puede enloquecer hasta al lector más experto.
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Situado en la localidad de Montecastello a Tignale, en la provincia de Brescia (Lombardía), sobre un acantilado de roca que domina una parte del Lago de Garda, en el interior del Parque Regional del Alto Garda Brescia encontramos este santuario de ensueño a unos 700 metros del altura sobre el nivel del mar y luego de varios recorridos de tracking con vistas al azul cristalino del lago.
Es verdad que la mayor parte del turismo resulta más que nada de índole religioso, pero eso se debe a la poca publicidad que el Santuario tiene como atracción turística para todos los gustos y colores. También es cierto que en Italia, habiendo tantas maravillas, unas joyas de estas características se diluya. Pero nosotros estamos acá para eso, así que admiremos juntos esta belleza.
La historia del Santuario es un poco compleja, no tanto por su antigüedad sino por el hecho de que el mito se mezcla con la realidad de una forma tal que es difícil distinguirlos el uno del otro. Lo que sabemos es que la primer fecha comprobada del sitio es el 1458, año que aparece en un fresco del Santuario. De hecho, ya a partir del 1500 es mencionado varias veces en visitas pastorales. Pero descubrimientos arqueológicos recientes asegurarían que ya a partir del 800 de nuestra era, el lugar fue ocupado por un edificio de culto: la Casa Santa.
Una leyenda muy tradicional de la zona habla de que, en una batalla entre los trentinos y los brescianos en el 1283, desde el castillo del Santuario, una luz enceguecedora se levantó por los aires, tan así que paralizó los trentinos, dándole a los brescianos la oportunidad de ganar el territorio. Todos afirmaron que se trataba de una manifestación milagrosa de María, por eso el primer nombre de la iglesia fue María de la Estrella.
Que decirles, vivir Italia es como estar en un mundo fantástico donde realidad, fantasía y espiritualidad conviven de la forma más maravillosa posible.
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