Cada idioma tiene sus modismos relacionados a las tradiciones y al pueblo que lo habla. El italiano, en particular, es riquísimo de expresiones idiomatícas, algunas con significación que se puede intuir fácilmente, otras bastante difíciles de entender. Uno de los dichos italianos más particulares, por ejemplo, es la expresión ‘ai tempi in cui Berta filava’ (en los tiempos en que Berta hilaba), que, aunque clarísima para un italiano, resulta difícilmente comprensible para un extranjero, aún si habla bien el idioma.
El origen de este modismo remonta a muchos siglos atrás, hasta el tiempo del Reino de los Francos, Pero no es el solo conectado a aquella familia real, porque también la expresión ‘alla carlona’ (con los pies) deviene de un rey franco, mejor dicho, de un emperador.
Berta de los grandes pies - dichos italianos
Vamos con orden. Quizás han escuchado una famosa canción italiana de Rino Gaetano que juega con las significaciones del verbo ‘filare’ y repite varias veces ‘e Berta filava’ (y Berta hilaba). Es una pieza famosísima de la música italiana que, aunque haga referencia a un escándalo político de los años ’70, se enlaza a un modismo viejo de siglos. ¿pero quien conoce su origen?
‘Ai tempi in cui Berta filava’ y también, pero gramaticalmente equivocado, ‘a tempi che Berta filava’, es una expresión idiomática que indica un tiempo muy lejos y ya completamente concluido. Se han dado varias explicaciones a tal dicho, algunas totalmente fabulosas, otras más fundadas. Quizás la más creíble concierne la reina de los Francos Bertrada de Laon, también dicha ‘Berta de los grandes pies’ o ‘Berta de pies largos’.
Para ser precisos, lo que era largo era un solo pie, en el sentido que la princesa tenía un pie más largo que el otro. La historia cuenta que, mientras que estaba yendo de viaje para casarse con Pipino el breve, futuro rey de los Francos, Berta fue víctima de una usurpación: fue sustituida por la hija de una dama de compañía muy parecida a ella que se casó con Pipino en su lugar.
Pero la doncella logró salvarse y fue acogida por un leñador en casa del cual vivió por años, trabajando como hiladora. Mas, por fin, el engaño fue desenmascarado y la verdadera Berta pudo demostrar su real identidad precisamente gracias a su pie más largo que el otro. Y así se convirtió mas tarde en reina de los Francos. La expresión ‘ai tempi in cui Berta filava’ indica, por lo tanto, un capítulo completamente cerrado, un tiempo ya pasado que no se puede presentar nunca jamás.
Otras versiones
Si queremos ser sinceros, esta no es la única explicación aportada durante los siglos para identificar el origen de tal famosa frase hecha. Por ejemplo, hay quien habla de una viuda pobrísima, claramente de nombre Berta, muy devota a su rey al cual, con un gesto absolutamente espontáneo y desinteresado, habría donado un fino tejido por ella mismo elaborado. El rey, sabido de su gran pobreza y conmovido por su devoción, le habría hecho ricos dones, quitándola de su pobreza para el resto de su vida.
Entonces, muchos otros súbditos decidieron donar al rey tejidos más o menos preciados, esperando recibir a cambio el mismo trato. Pero el rey, fastidiado por esos dones interesados, habría pronunciado la célebre frase luego pasada a la historia: “Ya no son los tiempos en que Berta hilaba!”.
Cuál entre estas dos explicaciones, y también otras que se han dado, sea la verdadera es difícil de establecer, probablemente imposible, pero cada una de ellas remonta de toda manera muy atrás en el tiempo, ya que el uso de la expresión se halla por lo menos a partir del siglo XVI.
El hijo de Berta
Es realmente curioso que, además que Berta de los grandes pies, también otro miembro de la familia real de los Francos esté a la base de un modismo igualmente difundido en Italia, aún más usado y conocido que el otro. La referencia es al primogénito de Pipino el breve y Berta de las grandes pies, Carlomagno, aquel que dio vida al Sagrado Romano Imperio y divino nada menos que el primer emperador.
Pues bien, el gran rey Carlos, por lo que parece, no era un hombre muy delicado. Sus contemporáneos decían que amase ponerse vestidos simples, no a la altura de su alcurnia. En los siglos siguientes, además, su figura fue objeto de befas y juicios negativos, tanto que algunos lo describieron como un viejo trastornado.
En los poemas caballeresco de los siglos siguientes el emperador era llamado ‘Carlone’, razón por la cual, para indicar su típica actitud, se acuñó la expresión ‘alla carlona’, que no significa otra cosa que ‘a la manera de Carlomagno’. Y, como se le acusaba de ser desaliñado y descuidado, decir que alguien ha hecho algo ‘alla carlona’ equivale a decir que lo ha hecho sin atención, de forma superficial y aproximativa.
He aquí, entonces, que para explicar los orígenes lejísimos de los dichos italianos ‘ai tempi in cui Berta filava’ y ’alla carlona’, ha sido preciso incomodar hasta a una reina y un emperador, pero no se podía absolutamente hacer de otro modo.
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