Puede parecer raro, pero en el Lacio existe un santuario de orígenes misteriosos y de características únicas, porque en parte es en mampostería, y en parte es excavado directamente en la roca: se trata del Santuario della Santissima Trinità, en el municipio de Vallepietra, cerca del curso del río Simbrivio.
Es un lugar de culto realmente particular, a bien 1337 metros sobre el nivel del mar y alrededor de 300 metros debajo de la cumbre de la pared rocosa del Colle della Tagliata. La pendiente escarpada aparece interrumpida por la explanada sobre la cual se asoma la iglesia, creando un efecto visual insólito e intrigante.
Un origen legendario
La historia del santuario es antiquísima y encubierta de misterio. La leyenda que se ha difundido entre los habitantes de la zona cuenta que un campesino estaba arando la cima del cerro con un arado tirado por dos bueyes. De pronto, los animales huyeron hacia el acantilado, arrastrando el arado, y se tiraron en el vacío. El campesino, asombrado, se fue a ver y los encontró milagrosamente vivos e incólumes, cerca de 300 metros más abajo, en la terraza que ahora es la explanada del santuario, arrodillados en adoración de un icono representante a la Trinidad, mientras que el arado había quedado suspendido más arriba. Y, aún si se ve a duras penas, ¡hay realmente un arado suspendido más arriba!
La real fundación del santuario es objeto de discusión. Hay quien habla de dos cristianos perseguidos al tiempo del emperador Nerón, que habrían huido desde Roma, llegando cerca del Monte Autore, que se encuentra enfrente del Colle della Tagliata. Y allí habrían encontrado a San Pedro y a San Juan, mientras que un ángel habría bajado para confortarlos. Al día siguiente la Santísima Trinidad habría aparecido para bendecir el lugar.
Una versión menos legendaria afirma que quien fundó el santuario, probablemente edificado en el sitio donde anteriormente surgía un lugar de culto pagano, fue Santo Domingo de Soria, en el siglo XI; otros hablan de los monjes Benedectinos. Pero una hipótesis ulterior sostiene que hayan sido los monjes Basilianos, de origen oriental; lo que no sería imposible, puesto que la zona presenta nombres particulares, como el país de Cappadocia, y sobre todo considerando el estilo del antiguo icono custodiado en el recinto sagrado.
¿Qué tiene de tan particular esa imagen?
El icono de la Santísima Trinidad, muy venerado en Lacio, Abruzos y Campania, es un fresco sobre un enlucido que engloba hilos de paja y flores. La pintura representa a tres hombres idénticos, barbudos y aureolados, que están sentados, cada uno con un libro abierto sustentado en la mano izquierda, mientras que la derecha está en actitud bendeciente. Pero el detalle característico está precisamente en la posición de las manos, con los dedos pulgar y anular unidos por las yemas, es decir al estilo griego, típico de la iconografía oriental.
Este extraordinario fresco, que remonta al siglo XII, no es de todo modo el único presente en el santuario. Hay otros, ellos también de estilo bizantino. Además, hay otros edificios sagrados construidos cerca de la ‘Santissima’, como se le dice, que datan a diferentes períodos.
Y, si no fuese suficiente el encanto de la arquitectura, del arte, de la mística y de las leyendas, alrededor del Santuario della Santissima Trinità en Vallepietra se encuentra además la naturaleza del Parque Regional de los Montes Simbruinos, en el cual este lugar de culto está inmerso. ¿Qué más se puede pedir?
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