La Navidad en el Bel Paese, como en muchos otros lugares de Europa, está por todo el mundo puesta en relación al frío del invierno, a las luces de colores y a los adornos que brotan a cada esquina, y también a los indefectibles mercadillos de Navidad de Italia, que llenan la península y constituyen una cita habitual y, para muchos, absolutamente imperdible.
Los más famosos mercadillos son probablemente los del Norte, en particular de la región Trentino-Alto Adigio, pero la Italia entera se llena de mercadillos, algunos muy antiguos y tradicionales, otros ambientados en castillos o ciudades medievales, otros más modernos. Pero todos capaces de atraer visitantes y de alegrar ya a adultos ya a pequeños.
Los mercadillos alpinos
En todo el Norte Italia hay numerosos mercadillos, como él de Aosta, que tiene como sede el antiguo Teatro Romano, pero seguramente los más conocidos y apreciados son los de tradición alpina, entre los cuales destacan de forma particular los mercadillos de Bolzano y de Trento, que están caracterizados por casitas de madera donde se venden productos de artesanado y comidas típicas locales.
En Bolzano se arma un gran árbol de Navidad, debajo del cual se prepara un bonito pesebre al estilo rústico, típico de la zona alpina. Alrededor del árbol y del pesebre están expuestos los tenderete, cargados de golosinas y productos locales.
Trento es considerada la “ciudad de la Navidad”, también su mercadillo, que se desliza entre dos plazas centrales de la ciudad, está caracterizado por tenderetes de madera, donde se pueden adquirir productos artesanales, dulces y decoraciones navideñas. Además este mercadillo tiene la peculiaridad de buscar la sostenibilidad. Por ejemplo todos las espuertas son de papel y no de plástico, de forma tal que el impacto ambiental sea reducido al mínimo.
En el Centro: mercadillos extranjeros y no solo
Aunque no se precie de la larga tradición del Norte, también la Italia Central ofrece variados interesantes mercadillos de Navidad, algunos de los cuales se enlazan al ejemplo centroeuropeo. Por ejemplo en Florencia hay un mercadillo de Navidad alemán en plena regla, con tenderetes en madera donde se venden productos artesanales alemanes, decoraciones y, claramente, golosinas. En la tarde, además, se puede asistir a variados espectáculos.
todas las ciudades tienen un mercadillo navideño, pero aquí vale la pena de nombrar los dos eventos típicos de la ciudad de Bolonia. El mercadillo de Santa Lucia dura alrededor de un mes y se lleva a cabo debajo del pórtico de los Servi, delante de la bellísima plaza Santo Stefano o de las Siete Iglesias. En este mercadillo se puede encontrar todo lo que sirve para las decoraciones navideñas, pero también comida y productos artesanales y textiles, como bufandas, guantes, gorros de cada forma y otras cosas más.
Siempre en Bolonia hay el mercadillo francés en plaza Minghetti, donde se pueden gustar muchos productos típicos de origen francés: dulces, pastas de té, galletas, pero también quesos, baguette y otros más. Pero no penséis que en la Italia Central los mercadillos sean solo estos: desde la Umbria, con sus pueblitos medievales, a las Marcas, al Lacio, comprendidos varios puntos de la capital, todas las regiones tienen para ofrecer citas con la tradición navideña.
Los pesebres de Nápoles
Los mismo se puede decir por el Sur y las islas. Ya todas las ciudades y pueblos ofrecen algún evento en el período del Aviento. Pero en Campania hay en particular dos lugares que merecen ser visitados en Navidad.
El primero es Salerno, donde, a partir del 2006, se desenvuelve la manifestación “luces de artista”, que se realiza en la parte medieval de la ciudad, ya de por sí muy pintoresca. Pero cuando està invadida por las decoraciones luminosas más fantasiosas e impresionantes que se puedan imaginar, la ciudad se convierte verdaderamente en un paisaje fabuloso y encantado.
Y luego hay Nápoles, la patria del pesebre. Es quizás la única ciudad en la cual por todo el año, aún en verano, en San Gregorio Armeno, ‘la calle de los pesebres’, hay la posibilidad de comprar decoraciones navideñas y sobre todo pesebres artesanales, verdaderas obras maestras de los celebérrimos maestros de pesebres napolitanos, conocidos y apreciados en todo el mundo.
Es apenas obvio que, si un cada mes del año en Nápoles se pueden comprar decoraciones navideñas, aún más en el mes de diciembre el mercadillo de Navidad se convierte en un desbordamiento de estatuillas, pesebres bajo una campana de cristal, bolas de Navidad y cualquier otra cosa, a parte de la gran variedad de productos alimentarios tipicos de los cuales la ciudad es riquísima.
En fin, aún si no es posible enumerar uno a uno todos los mercadillos de Navidad de Italia, pero seguro ya está claro que dondequiera que se vaya en la Bota se encuentran eventos especiales en preparación de las fiestas más sentidas y mágicas del año. ¡Feliz Navidad a todos!
