Quién sabe cuántas veces, mientras comíamos un bocadillo o una tostada, nos preguntamos cuál es el origen del pan blanco: ¿quizás francés, quizás americano o incluso inglés? Y aquí, en cambio, los Italianos somos una vez más los primeros en la historia, y en particular los panaderos de Turín que, hacia 1850, hicieron "pan en molde" por primera vez.
Un origen macabro
Todo comenzó a mediados del siglo XIX cuando un tal Piero Pantoni, que fue el último verdugo de Turín, fue a quejarse a la autoridad competente por el mal uso de los panaderos al entregar el pan al revés al verdugo, en señal de desprecio. Los verdugos, de hecho, a pesar de ser una profesión bien remunerada, 21 liras por ahorcamiento y 36 por acuartelamiento, vivían todos juntos en una casa en via Bonelli y no eran bien considerados por la población, de hecho, eran tan despreciados que eran dado pan, en una época en que la gente no tenía la costumbre de comer todos los días, al revés.
El pan, representante de Cristo, nunca debe colocarse boca abajo en la mesa, sería como rezar con la cruz frente a la pared. Las autoridades de Turín, para acabar con esta macabra costumbre similar a una blasfemia, emitieron una orden y prohibiendo la entrega del pan al revés. Los panaderos, por despecho, decidieron hornear un pan de "caja" en el que no era posible distinguir la parte superior de la inferior para entregárselo al verdugo al revés sin que él se diera cuenta.
A estas alturas el pan blanco, también llamado pancarrè o pan en molde, ha entrado por arrogancia, también gracias a su versatilidad, en los hogares de todo el mundo occidental: desde los desayunos hasta las meriendas, hay alguien que no ha probado por lo menos una vez esta deliciosa broma italiana? Disfruten de su comida.
