No hay que ser un devoto creyente para disfrutar de la belleza en sí, ni siquiera si hablamos de una obra religiosa. Este es la caso de la abadía de San Fruttuoso, una perla encajada en un paisaje surrealista, rodeada por mar, montañas y bosques. Lugar turístico pero de difícil acceso. Acompañanos para descubrir una obra maestra del arte.
Si este no es el paraíso, se le parece bastante
Cada uno es libre de imaginarlo como más le guste, pero que decirles, un paisaje así me deja perplejo. Si no abrieron el video que les dejamos acá arriba, primero les aconsejo que vayan a verlo, por que dudo poseer las herramientas para describir tan bien un lugar así, pero vamos a intentarlo.
Protegido, a sus espaldas por un terreno accidentado y boscoso, y de frente por un mar reluciente, esta abadía se encuentra dentro del parque terrestre y marino de Monte Portofino, en la región de la Liguria. Como se ve desde arriba y como les aclaramos, el lugar es de difícil acceso ya que, por suerte, no existe un camino para autos, por lo tanto sus ruidos y olores no manchan la imperturbabilidad del parque. Solo se puede acceder por mar o por dos senderos que nos reservan una vista fabulosa del lugar, uno que baja desde el monte y el otro que recorre la costa. Elijan ustedes el que más les guste o, porque no, hagan ambos.
La historia de la abadía se entremezcla con las leyendas hasta difuminar la verdad, pero se supone que los primeros edificios fueron levantados en el siglo IX, pasando por distintas ampliaciones y restructuraciones hasta nuestros días. Perteneciente a una de las familias más antiguas y prestigiosas de la península, los Doria Pamphili, hasta 1983; cuando el complejo monástico fue donado al Estado y ahora forma parte de los bienes arquitectónicos del Fondo Ambiente Italiano.
¿Estaría para grabar una película no?
Eso mismo se preguntó el director de cine Nunzio Malasomma en los primero años de la década del '50, y efectivamente tenia razón. La abadía, con sus paisajes cautivo a Nunzio y allí decidió grabar "Il diavolo in convento", una comedia fantástica, con el clásico humor italiano que mezcla la risa con la tristeza, invitándonos a reflexionar.
Además, en el '54 se coloco en el fondo marino de la bahía de la abadía la estatua del "Cristo degli abissi". Esta obra de arte hecha internamente de bronce se encuentra a 17 metros de profundad y es una de las atracciones turísticas submarinas más famosas de la costa ligure.
En fin, sabemos que quien visita Italia tiene tantas cosas que ver que un viaje siempre lleva el sabor y el deseo de otro futuro, pero tomarse un día para ver la abadía de San Fruttuoso puede ser un gran idea y una experiencia única al mundo que les deseamos a todos los amantes de la naturaleza, del arte y la cultura o de la religión. En verdad, pensándolo bien, se lo deseamos a todos ustedes.
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