Parece que llego finalmente el momento tan esperado para las energías renovables en Italia. De hecho, por primera vez, en 2020, el consumo de electricidad en la Unión Europea se produjo más con fuentes renovables que con fuentes fósiles. Gracias a este cambio de rumbo, implantado desde los años 90, Europa e Italia están logrando el desarrollo sostenible tan deseado en el pasado y sólo posible mediante el uso de energías alternativas a las tradicionales.
En Italia, sin embargo, las fuentes fósiles todavía cubren la mayor parte de la producción de energía, aunque en los últimos años las fuentes renovables han dado un gran salto adelante, cubriendo más del 37% del consumo eléctrico.
Los expertos creen que esta transición energética conducirá, en unos diez años, además de lógicas mejoras medioambientales, a hasta 30 millones de nuevos puestos de trabajo en el sector de las energías renovables solo en la Unión Europea.
La lectura de estos datos fue el motivo que impulsó a Terna, la empresa que gestiona la red eléctrica nacional italiana, a invertir recursos y capital para identificar métodos innovadores que aseguren que las cantidades cada vez mayores y más eficientes de energía limpia estén disponibles y sean utilizables por ciudadanos y empresas.
Todo esto será posible con la modernización y digitalización de la red eléctrica nacional, que será así cada vez más eficiente, fértil y bien preparada para ser alimentada por nuevas energías renovables en Italia, con la esperanza de poder lograr un clima ambiental cada vez más limpio y cada vez menos invasivo, para un futuro mejor, limpio y eficiente hasta el tan deseado impacto climático cero.
